La lección griega contra los ultras
Juzgada como organización
criminal, arrinconada en la calle, sin dinero ni escaños, Aurora Dorada está
herida de muerte.
Si, como todo indica, las urnas españolas
traen esta noche un regalo a la floreciente familia ultraderechista europea,
este verano las elecciones griegas le arrojaron una advertencia. El partido Aurora
Dorada, el miembro más extremo de la prole, pasó en julio de tercera fuerza
parlamentaria en Grecia a quedarse sin representación, siete años después de su
irrupción en los peores días de la crisis.
¿Cómo han logrado los griegos doblegar tan rápido a sus ultras? La
Vanguardia ha preguntado a varios expertos del país hasta qué punto
Aurora Dorada puede darse por muerta y si hay una lección griega por aprender.
Si, como todo indica, las urnas españolas traen esta noche
un regalo a la floreciente familia ultraderechista europea, este verano las
elecciones griegas le arrojaron una advertencia. El partido Aurora Dorada,
el miembro más extremo de la prole, pasó en julio de tercera fuerza
parlamentaria en Grecia a quedarse sin representación, siete años después de su
irrupción en los peores días de la crisis.
¿Cómo han logrado los griegos doblegar tan rápido a sus ultras? La
Vanguardia ha preguntado a varios expertos del país hasta qué punto
Aurora Dorada puede darse por muerta y si hay una lección griega por aprender.
El partido está en sus horas más bajas. Lo
de quedarse sin escaños es lo de menos. Su cúpula entera puede acabar años en
la cárcel por dirigir una “organización criminal”. En primavera se espera el
veredicto tras cinco años de juicio. En el banquillo, 69 miembros, incluidos 18
exdiputados, acusados del asesinato del rapero antifascista Pavlos Fyssas,
el intento de asesinato de cuatro pescadores egipcios y el ataque a comunistas,
entre otros casos.
CACERÍAS DE INMIGRANTES
Aurora Dorada es más que un partido de
extrema derecha: son neonazis
Fundado en 1994 por Nikos
Mijalioakos, admirador de Hitler, y con un símbolo que recuerda a una
esvástica, Aurora Dorada siempre fue distinto al resto de los partidos
ultraderechistas europeos, que no lo quisieron en su grupo en la Eurocámara.
“Es una criatura de la crisis económica, social y política –dice la excomisaria
socialista europea Anna Diamantopoulou–. Pronto se vio que, más que un
partido de extrema derecha, eran neonazis”.
Aurora Dorada se hizo un hueco en los barrios de Atenas más
golpeados por la crisis, donde repartía comida y organizaba donaciones de
sangre... sólo para griegos. También organizaba actividades más siniestras:
cacerías de inmigrantes, gais o izquierdistas. Fyssas era demasiado conocido.
Su asesinato provocó protestas masivas y llevó a la justicia a presentar
cargos.
“Es la primera vez en Europa desde la Segunda Guerra Mundial que
un partido parlamentario es juzgado como organización criminal”, destaca el
abogado Kostas Skarmeas, que representa a los pescadores egipcios atacados
en su casa por una treintena de neonazis armados con barras de hierro. Sólo
cinco están en el banquillo. “Hemos visto una cantidad apabullante de pruebas
de que la cúpula del partido ordenaba los ataques. Y lo más importante, que lo
que motivaba estos ataques era la ideología fascista”.
SIGUE LA ALERTA
La tensión es tan alta con los refugiados
que el partido podría resurgir
La ofensiva judicial ha sido determinante
para acabar con Aurora Dorada, dice Anastasia Kafe, investigadora de la Universidad
Panteion. “No sólo mucha gente vio que era un grupo violento y dejó de
votarlos, sirvió para que la propia Aurora Dorada cesara sus ataques a
inmigrantes”. El partido comenzó a resquebrajarse internamente: “Muchos
miembros se fueron, tenían miedo de acabar entre rejas”, añade la
investigadora. También fue clave la decisión del Parlamento de cortar la
financiación pública, dejando sus arcas sin 873.000 euros. Se acabaron las
sopas gratis.
Y la respuesta en la calle: los neonazis encontraron en el
movimiento antifascista un “fuerte oponente”, afirma Kafe. “Después de la
muerte de Fyssas, los antifascistas empezaron a salir a la calle a enfrentarse
con ellos cada vez que Aurora Dorada montaba algo”.
Según Skarmeas, la clave del éxito es la combinación de varios
frentes, como el judicial, la calle o el veto de ayuntamientos a sus mítines.
Más escéptico es sobre el papel de los medios. Denuncia que al principio dieron
voz a los neonazis y que sólo se decidieron a vetarlos “cuando se les enjuició
y vieron que la gente estaba muy enfadada”.
“La derrota de Aurora Dorada ha llegado
tarde, porque ha habido heridos y muertos –lamenta el abogado–. Si hay una
lección que aprender de Grecia es que no hay que retrasarlo, el Estado y la ley
deben actuar en cuanto aparece la violencia. La izquierda y los defensores de
la democracia en general deben estar alerta, salir a la calle y movilizarse
para presionar al Estado para que proteja la democracia”.
“Jugar con un monstruo es peligroso. Al final te acaba comiendo”,
opina Lefteris Papayanakis, exvicealcalde de Atenas para los
refugiados. “La crisis no es una excusa. No habrían progresado tanto sin el
apoyo de la policía y la tolerancia de gran parte de la población y el sistema
político –añade–. La sociedad griega es muy inmadura y vulnerable al populismo”.
Papayanakis, miembro de un observatorio que ha seguido el juicio,
cree que es prematuro dar por muerta a Aurora Dorada y recuerda que aún tienen
presencia en consejos municipales y regionales. Y si hay un veredicto
exculpatorio, advierte, podría darse el caso de que el Estado se viera obligado
a compensar al partido con millones de euros por los fondos retirados.
SILENCIOS CÓMPLICES
No habrían progresado tanto sin el apoyo de
la policía y la tolerancia de muchos
Pero, sobre todo, y en eso están de
acuerdo todos los consultados, el elemento más peligroso es la tensión
creciente en Grecia por la llegada de inmigrantes y refugiados. La sobrecarga
en las islas ha obligado a una redistribución de migrantes en la parte continental,
y en varias ciudades ha habido protestas xenófobas frente a los campos de
realojamiento. “Hay una atmósfera muy tóxica que puede permitir un resurgir de
Aurora Dorada”, advierte Papayanakis.
Aunque sea con otro nombre. Hay rumores de que la hija de
Mijaloiakos fundará un nuevo partido, como el exdirigente Yanis Lagos. Y eso
sin contar a Solución Griega, que entró en el Parlamento en julio. Liderado por
un exdiputado ultraderechista y estrella de la televisión, promete “deportar a
todos los inmigrantes a islas desiertas”. “No tiene el elemento de violencia,
pero su narrativa respecto a la inmigración es la misma”, denuncia Papayanakis.
También Skarmeas considera que la batalla está lejos de ser
ganada. “En Grecia, como en España o el resto de Europa, el fascismo
no se concentra en un solo partido. Más allá de Aurora Dorada, de Vox o
de AfD, es una ideología que se extiende en nuestra sociedad y que tiene
en su punto de mira a los inmigrantes, a los musulmanes, a los judíos, a los
izquierdistas, a las sociedades multiculturales”.
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