El pasado lunes 10 de Septiembre varios medios de la
Comunitat Valenciana se hacían eco de una supuesta “pésima” noticia sobre la sanidad pública
valenciana : nuestro servicio de
salud era el que ostentaba el dudoso
honor de ser “el peor” de España.
Tras el jugoso titular, todos los
medios basaban su noticia en el informe 2018 de la Federación de Asociaciones en
Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), una entidad privada que publica
anualmente su propia valoración subjetiva de la situación sanitaria en todas
las comunidades autónomas españolas.
Lo que no mide el informe de la Federación de Asociaciones en Defensa de
la Sanidad Pública es el nivel de
eficiencia que cada comunidad obtiene con esos recursos materiales y
financieros puestos a disposición de su sanidad pública ni mucho menos el
impacto que tiene sobre la calidad de la asistencia sanitaria la dedicación y
el compromiso del conjunto del personal sanitario.
Sin embargo, el Ministerio de
Sanidad publica anualmente el Barómetro Sanitario, una
macroencuesta (8.000 muestras) en la que entre multitud de cuestiones
específicas figura una pregunta clave a los encuestados : ¿puede Vd. valorar de 1 a 10 su
nivel de satisfacción por el modo en el que el sistema sanitario público
funciona en su Comunidad?
Y lo que la ciudadanía valenciana
contesta en 2017 es que su valoración sobre la sanidad pública valenciana es de
un 6,71, no precisamente la peor de
España. De hecho, esta valoración es superior a la de la media de España,
(6,68).
Es obvio que no se trata de una
valoración particularmente brillante. Como es igualmente obvio que a pesar del
esfuerzo presupuestario del Govern del Botànic desde 2015, la financiación de
la sanidad pública valenciana todavía hoy es muy inferior a la media de España,
como consecuencia directa de la desatención presupuestaria que perpetraron los
gobiernos del Partido Popular durante más de 20 años.
Y eso tiene que repercutir
necesariamente en la calidad de la asistencia.
Y ya puestos a valorar la opinión de
los valencianos, vale la pena analizar comparativamente la evolución de esa
opinión pública desde la llegada del Govern del Botànic a la Generalitat y a la
Consellería de Sanitat en particular.
La última edición del Barómetro
Sanitario antes de la toma de posesión del Govern del Botànic en 2015 fue la
edición referida al año 2014 (el Partido Popular gobernaba tanto en la
Comunitat como en España)
Pues en 2014, la valoración de la
ciudadanía valenciana sobre la sanidad pública era exactamente de un 6,11,
claramente inferior a la media de España. Exactamente al contrario que en la
actualidad.
A pesar de que continuamos con un
diferencial presupuestario negativo respecto al conjunto del país, el enorme
esfuerzo presupuestario de los tres últimos años ha tenido un impacto evidente
sobre el modo en que funciona el sistema sanitario público, y todo ello pese a
las deficiencias crónicas que seguimos arrastrando, tanto en financiación como
en recursos humanos y materiales.
En conclusión : Parece que la ciudadanía valenciana discrepa
claramente de la opinión de la FADSP y valora de forma crecientemente positiva la
acción del Govern del Botánic respecto a la sanidad pública.
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