sábado, 8 de septiembre de 2018

¡ CUERPO A TIERRA !


La oposición de los partidos de derechas (Partido Popular y Ciudadanos) a la política de la Consellería de Sanitat, especialmente en lo referente a la estrategia de reversión a la gestión pública de los Departamentos de Salud de gestión privatizada es bien conocida, así como su campaña política y mediática que irá en crescendo a medida que nos acerquemos a la campaña electoral.
No tan conocida, sin embargo, es la oposición que representan las grandes empresas multinacionales que controlan esa gestión privada en esos Departamentos de Salud.
Las grandes corporaciones privadas a las que el Partido Popular entregó la gestión de la asistencia sanitaria pública en los cinco Departamentos de concesión administrativa (los del llamado modelo Alzira)  han visto como la Consellería de Sanitat de la Generalitat Valenciana cumplía con el compromiso electoral del PSPV-PSOE de no renovar el contrato de concesión del Departamento de La Ribera, recuperando la gestión pública directa y anunciando, además, que el objetivo final de la Consellería es recuperar también la gestión pública directa en los otros cuatro Departamentos de Salud restantes.
Como era previsible, esas grandes corporaciones han entrado inmediatamente en “modo combate”.
Una vez “perdido” el Departamento de Salud de la Ribera no se van quedar de brazos cruzados : se juegan un negocio de proporciones colosales, no solo en los otros cuatro Departamentos de gestión privada que todavía manejan en la Comunitat Valenciana (Manises, Denia, Elche-Crevillente y Torrevieja) sino sus grandes negocios en la Comunidad de Madrid y, más allá a nivel mundial en América y Europa.
Así que toda su estrategia va a ir dirigida a vilipendiar a la Sanidad pública valenciana sin importar los medios, con la esperanza de que su campaña mediática contribuya a que la derecha recupere la Generalitat en 2019 y se encuentren un escenario más favorable a sus intereses.
Y los medios de que disponen son muy poderosos, porque esas empresas lo son, aunque sean poco o nada conocidas a nivel popular.
¿Quiénes son esas grandes empresas que manejan el negocio de la gestión privada de la sanidad pública en la Comunitat?
La principal de ellas es la multinacional norteaamericana CENTENE Corp.

Centene Corp. es un monstruoso holding empresarial cuyo negocio fundamental son los seguros médicos, que creció vertiginosamente durante la presidencia de Barack Obama y su estrategia (el Obamacare) de extender una asistencia sanitaria generalizada mediante subvenciones federales a las personas más desfavorecidas para que pudieran contratar seguros de salud privados.
Las dificultades que la administración Trump ha puesto a esa estrategia han hecho que Centene Corp se haya visto obligada a buscar su crecimiento y supervivencia a base de  extender su campo de acción a otras actividades más allá de los seguros de salud.
Y la principal de esas nuevas áreas de negocio es la gestión directa de la asistencia sanitaria, para lo que ha tomado una importante participación (prácticamente mayoritaria) en la empresa española Ribera Salud.
Se trata de una experiencia piloto, una verdadera cabeza de puente para aplicar ese formato en otros países de Europa (ya ha aterrizado en Eslovaquia) y también de Sudamérica, en Chile y Perú.
Una idea de la potencia financiera de Centene Corp la puede dar el hecho de que su volumen de operaciones en 2017 (sus ingresos por facturación) a nivel global fueron de 48 mil millones de dólares, casi el doble del presupuesto total  consolidado de la Generalitat Valenciana. No solo de la Consellería de Sanitat, sino de toda la Generalitat en bloque. Nada menos. Y sus beneficios netos rondaron los 700 millones de dólares.
Los intereses de Centene Corp en España (vía Ribera Salud) se extienden actualmente a la gestión privatizada de los Departamentos de Salud de  Torrevieja (100%), Vinalopó (100%) y Denia (con una participación del 35%).
Además, posee el 100% de la empresa B2B Salud, una plataforma integrada de compras de material sanitario y el 45% de la empresa BR Salud, que gestiona todo el sistema de análisis clínicos de seis de los principales hospitales públicos de la Comunidad de Madrid.
A esa colosal empresa multinacional es exactamente a lo que nos enfrentamos.

El otro  conglomerado empresarial con cuyos interese chocamos es la multinacional alemana DKV, propietaria del 65% de la UTE que gestiona la asistencia sanitaria integral del Departamento de Salud de la Marina (Denia)
            DKV es una empresa multinacional alemana dedicada también al negocio de los seguros de salud, cuyo volumen de facturación en 2016 fue de 750 millones de euros, con un beneficio neto de casi 35 millones.
Su entrada en el negocio de la gestión sanitaria es más reciente y por las noticias de que disponemos, su experiencia española en el Departamento de Salud de Denia no ha sido muy satisfactoria, hasta el punto que parece interesada en negociar su salida, negociándola con la Consellería de Sanitat y con su socio Ribera Salud (35% de la propiedad)
Otro hueso duro de roer.
Y para completar ese trío de ases encontramos a BUPA, una potente compañía inglesa dedicada básicamente al negocio de los seguros de salud y con implantación mundial.
Su volumen de operaciones alcanzó los 9.800 millones de euros, con un beneficio neto  en 2014 de 638 millones.
Sus intereses en España están representados en su control de la empresa española SANITAS, que a su vez controla la UTE de la gestión privatizada del Departamento de Salud de Manises, además del hospital madrileño de Torrejón de Ardoz.
Quién da más?

La larga mano de esas grandes corporaciones, con todo su poderío económico, sus bufetes de abogados y su capacidad de influencia mediática se está ya haciendo notar estrepitosamente en el escenario de la sanidad pública valenciana.
Y eso no es nada para lo que está por venir, a medida que el calendario nos acerque inexorablemente a la cita electoral de mayo de 2019.
Atentos.

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