El pasado viernes 14 de
septiembre, en el marco de la Mesa Sectorial de Sanidad y bajo la presidencia
de la consellera Ana Barceló, se firmó el acuerdo propuesto por la Consellería
que ponía punto final al conflicto del transporte sanitario en la Comunitat.
Ese acuerdo incluía no
solo la resolución de ese conflicto del transporte sanitario sino que
establecía un nuevo marco laboral para el personal de Atención Continuada, que
históricamente padecía una injustificable discriminación y una situación de gran
precariedad.
Todos los sindicatos
presentes, tanto los sindicatos de clase como los corporativos, aceptaron y
firmaron el acuerdo…
Todos…menos la CSIF.
La CSIF es un sindicato
minoritario en sanidad (el cuarto en representatividad, con 93 delegados
sindicales sobre un total de 597, es decir un 15,6%).
En el transcurso de la
Mesa la CSIF alegó que no firmaba el acuerdo porque el gobierno de la
Generalitat no cumplía luego los acuerdos que firmaba. Pobre excusa.
Tres días después, el
pasado domingo y ante la clara inconsistencia de su posición en la Mesa, la CSIF
ha decidido darle una nueva versión a sus excusas : ahora dice que el acuerdo queda “cojo” porque no se cumplen
todas sus exigencias…y que amenaza con nuevas movilizaciones “si los afiliados
lo deciden”.
La CSIF lo tiene
difícil.
Tendrá que explicar a
sus afiliados porqué se desmarca de un acuerdo firmado unánimemente por el
resto de sindicatos (tanto los mayoritarios como los minoritarios o
corporativos).
Un acuerdo que
proporciona a todos los facultativos la posibilidad de un transporte apropiado
en sus salidas del centro de salud mediante coches con conductor y que, además,
elimina las condiciones de precariedad y discriminación del personal de atención
continuada y urgencias, una reivindicación mantenida a lo largo de décadas.
Definitivamente, la
CSIF tiene por delante un arduo trabajo para explicar porqué renuncia a todos
esos logros y prefiere mantener el escenario laboral anterior.
Atentos…

Esto se arregla con convenios de eficacia limitada, cómo como en Alemania. Si un sindicato no firma un convenio, sus afiliados se quedan sin las mejoras del convenio. Igual que los no sindicados
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