miércoles, 13 de febrero de 2019

COMO ES POSIBLE





¿Cómo es posible que Cataluña, uno de los territorios más ricos de España, tenga uno de los peores sistemas sanitarios públicos de todo el país?
¿Cómo es posible que la quimera de una independencia imposible prime sobre la vida y la salud de la ciudadanía catalana?

En este Blog solo tratamos asuntos relacionados con la sanidad pública y muy rara vez incluímos temas políticos, salvo que tengan una relación directa con la sanidad.
Pero éste es el caso hoy.

Hoy 13 de febrero de 2019, los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Partit Demòcrata de Catalunya (PdCAT) han votado en contra de los Presupuestos Generales del Estado presentados por el gobierno en el Congreso de los Diputados.
El argumento de los partidos independentistas catalanes, claramente expuesto en el Congreso, ha sido que no podían votar favorablemente unos Presupuestos si previamente el Gobierno no aceptaba negociar el derecho de autodeterminación.

Los votos de ERC y PdCAT, junto con los votos del Partido Popular, Ciudadanos y otros grupos de la derecha, han rechazado unos Presupuestos que suponían una inversión estatal en Cataluña de 2.251 millones de euros, un 57% más que los actuales presupuestos prorrogados del Partido Popular.
Buena parte de esta extraordinaria inyección presupuestaria hubiera ido directamente a mejorar la financiación del CatSalut, el sistema público de Salud de Cataluña.

CatSalut, más allá de los grandes centros hospitalarios de Barcelona que todavía son referencia en toda España, es un sistema sanitario público que se está desmoronando aceleradamente desde el comienzo del Procés independentista.

Según los siempre rigurosos informes de la Federación de Asociaciones de Defensa de la sanidad Pública, el sistema sanitario público de Cataluña ocupaba  en 2010 el puesto número 12 (sobre 17) en el ranking autonómico español.
Ya entonces se trataba de una posición ciertamente anómala, producto del desinterés presupuestario hacia la sanidad pública de los sucesivos gobiernos conservadores de Convergència i Unió.
Se trataba de una posición número 12 en el ranking que parecía difícilmente empeorable…pero que en la etapa del Procés no hecho sino empeorar.
Desde 2017, Cataluña ocupa el deshonroso puesto número 15, el antepenúltimo, en el ranking, sólo por delante de Canarias y la Comunidad Valenciana.

Los informes de la FADSP están basados en un amplísimo conglomerado de datos objetivos procedentes de organismos oficiales, también y principalmente de la Consellería de Sanitat del Govern de Catalunya.

Pero es que la propia ciudadanía catalana tiene la misma percepción sobre el desastre sanitario catalán .En una escala de 1 a 10, los usuarios catalanes valoran con un 6,51 a su sistema de salud, una de las valoraciones más bajas de España.

En el mismo sentido, y en la pregunta de confirmación, sólo un  65,2% de los catalanes consideran que su servicio público de salud funciona bien. De nuevo una de las valoraciones más bajas entre todas las CCAA.
Definitivamente, la valoración subjetiva de la ciudadanía catalana respecto a su sistema público sanitario es de las más pobres de España, coincidiendo plenamente con la valoración objetiva de la FADSP.
Y lo que es peor : ambas valoraciones empeoran sensiblemente desde 2010.

La pregunta es : ¿tienen razón los ciudadanos catalanes en tener una valoración tan pobre de su propio sistema público de salud?
Veamos :

En el muy importante escalón de la Atención Primaria, sólo el 3,2% de las peticiones de asistencia en Cataluña son atendidas en 24 horas.
Se trata de la peor situación entre todas las Comunidades Autónomas con mucha diferencia.
A título comparativo, ese porcentaje de atención primaria rápida asciende hasta alrededor del 60% en Asturias o La Rioja.


Y este pobrísimo porcentaje de asistencia viene derivado directamente de la muy escasa ratio de médicos AP por cada 1000 habitantes que se da en el CatSalut.
Con una ratio de 0,69 médicos por 1000 habitantes, Cataluña se sitúa entre las CCAA con peor cobertura al respecto.

Más allá de la atención primaria, la Atención Especializada también ofrece unos resultados muy pobres.
Los pacientes catalanes que requieren la visita a un médico especialista deben esperar en su conjunto una media de 98 días.
En peor situación solo se encuentra Canarias.


Y todavía peor, esos pacientes que deben esperar 98 días para ser visitados por su especialista cuando necesitan una intervención quirúrgica en Cataluña deben esperar nada menos que otros 148 días.


En resumen : Baja ratio de médicos tanto en Atención Primaria como en Atención Especializada y Hospitalaria y, como consecuencia, largas Listas de Espera en los centros de salud, los centros de especialidades y los hospitales.
Al respecto, CatSalut se revela efectivamente como uno de los peores sistemas sanitarios públicos de España. Los datos cuantitativos lo demuestran y los ciudadanos así lo perciben.

Desde luego que son muchos factores organizativos que influyen en esta casi dramática situación, al borde del colapso total.
Pero hay dos factores particularmente significativos.

El primero de ellos, sin lugar a dudas, es la escasa atención presupuestaria para la sanidad pública que han mostrado los sucesivos gobiernos conservadores y nacionalistas.
Uno de los territorios más ricos de España tiene uno de los presupuestos sanitarios más pobres.
Con 1.193 euros por habitante el CatSalut sólo tiene por detrás al sistema andaluz de salud.
Se trata de una asignación presupuestaria que prácticamente es un 40% inferior a la de Navarra, Asturias o el País Vasco.


Por lo tanto la escasa financiación de la sanidad pública en Cataluña es el gran problema del sistema público de salud.

Y en ese contexto…los dos partidos independentistas catalanes han tumbado con sus votos en el Congreso unos Presupuestos Generales del Estado que incrementaban la inversión en Cataluña en un 57% y que hubieran podido solucionar en una sola Legislatura las gravísimas deficiencias del sistema catalán de salud.

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